La lubricación es el proceso empleado para reducir el rozamiento entre dos superficies que se encuentran muy próximas y en movimiento una respecto de la otra, interponiendo para ello una sustancia entre ambas denominada lubricante que ayuda a soportar la carga (presión generada) entre las superficies enfrentadas. La película de lubricante interpuesta puede ser grasas o aceites.
Se debe suministrar el lubricante adecuado en la cantidad necesaria, en el momento oportuno, con la calidad correcta y en el lugar correcto. En particular, la contaminación durante el proceso de trasvase, la aplicación de lubricante en exceso o el uso de un lubricante incorrecto para un punto de lubricación son problemas comunes que se pueden evitar fácilmente. Las herramientas de lubricación manual SKF están específicamente diseñadas y seleccionadas para respaldar procesos con una amplia variedad de productos para el almacenamiento, manipulación, dosificación, etiquetado, análisis y aplicación de lubricantes.
La correcta lubricación de los activos en las plantas es una etapa importante para alcanzar la máxima vida útil de este. Es fundamental seleccionar la grasa adecuada para cada aplicación y aplicar la cantidad correcta antes de poner la maquinaria en servicio. Durante el funcionamiento, se requiere una relubricación periódica. Resulta esencial seleccionar una grasa apropiada, suministrarla en cantidades adecuadas y a intervalos correctos para lograr la máxima vida útil de los elementos de los equipos. La utilización de métodos de relubricación manual es una práctica habitual, aunque la relubricación continua puede ofrecer muchas ventajas.
Para mayor información, no dude en consultar y solicitarle información a nuestros asesores para despejar inquietudes ó se puede contactar directamente con el área de Ingeniería de nuestra compañía.