La lubricación correcta es esencial para la longevidad y el rendimiento de los rodamientos, especialmente en la industria alimenticia. Descubre cómo el ciclo de vida de la grasa influye en la eficiencia de tus equipos y aprende por qué la relubricación a tiempo puede ser la clave para evitar costosas fallas. Adéntrate en este análisis que revela las etapas críticas y los desafíos de mantener la lubricación óptima en condiciones operativas exigentes.
Actualmente, aproximadamente el 90% de los rodamientos se lubrican con grasas debido a que, en comparación con el aceite, simplifican el diseño mecánico y facilitan el sellado. Además, existen formulaciones de grasas que permiten alcanzar factores de velocidad de hasta 2 millones, un valor que anteriormente solo era posible con aceites.
Dentro de las diversas aplicaciones que se encuentran en la industria alimenticia, existen algunas donde los rodamientos están sellados y no requieren relubricación, que es lo que comúnmente se denomina lubricación de por vida. Sin embargo, en la mayoría de los casos, donde las condiciones de operación son más exigentes, relubricar es indispensable para renovar la grasa usada antes de que se degrade y ocasione la falla del rodamiento.
Para ilustrar cómo ocurre este proceso, en la figura se muestran las diferentes etapas del ciclo de vida de la grasa en un rodamiento:
En la situación inicial, el rodamiento recién lubricado contiene la grasa con su consistencia original entre los elementos rodantes aún sin distribuir.
Al iniciar la rotación, el lubricante comienza a distribuirse dentro del rodamiento. Dependiendo del tipo de grasa y de la cantidad, se llenan las cavidades y los labios de los sellos y el lubricante comienza a ser trabajado y transportado. La fuerza del cizallamiento y el aumento de la temperatura provocan que el aceite base exude del espesante y humedezca las pistas de rodadura, es en ese momento cuando se logra la lubricación óptima.
Con el tiempo, las cargas mecánicas y térmicas activan los aditivos que gradualmente se consumen y comienza así proceso de envejecimiento del espesante y del aceite base. La descomposición mecánica y química de la grasa reduce su lubricidad.
El incremento en la temperatura ocasiona que los componentes moleculares más livianos del aceite base se volatilicen y mientras que los más pesados tienden a oscurecerse, formar lodos y la grasa se vuelve más espesa. Es imprescindible la renovación de la grasa antes que el envejecimiento se haga irreversible debido a que al final de esta fase ocurriría la insuficiencia en la lubricación.
Si prosigue la operación sin relubricar, la grasa continuará espesándose aún más, lo cual provocará una mayor fricción y un incremento de la temperatura en el rodamiento. A su vez, la temperatura más elevada acelerará el proceso de envejecimiento.
Finalmente, los aditivos se agotarán completamente y su descomposición química hará que actúen como un contaminante, además el aceite base se habrá perdido y se romperá totalmente la película lubricante haciendo inevitable el contacto metal-metal intenso hasta que en algún momento sobrevendrá la falla del rodamiento.
Articulo e imagen tomadas de la página web, https://www.klueber.com/ar/es/empresa/redaccion/noticias/ciclo-de-vida-de-la-grasa-en-los-rodamientos-la-importancia-de-una-lubricaci%C3%B3n-correcta/